Este 6 de septiembre, finalmente se conocerá quien será la corcholata que encabece la tarea de coordinar a los Comités de Defensa de la Cuarta Transformación en la elección presidencial del 2024, es decir, quién será la candidata o candidato de Morena en el proceso electoral del próximo año para suceder al presidente Andrés Manuel López Obrador.

Sin duda, el proceso interno de los partidos políticos para definir a los candidatos presidenciales del próximo año, es el más adelantado de la historia reciente, puesto que formalmente el Proceso Electoral 2023-2024 de acuerdo al calendario elaborado y publicado por INE inicia el 4 de septiembre; sin embargo las principales fuerzas políticas del país iniciaron con meses de anticipación la selección de sus abanderados.

En el caso de Morena, el proceso inició prácticamente el día después de la elección del Estado de México, el día 5 de junio, convocando el presidente Andrés Manuel a sus “corcholatas” y algunos gobernadores de la 4T a una cena privada.

Posteriormente, tras la celebración del Consejo Nacional morenista, a través de Alfonso Durazo, gobernador de Sonora y presidente del Consejo Nacional de Morena, se hizo el anuncio de las reglas para elegir al candidato presidencial mediante un acuerdo firmado por los aspirantes de Morena, Partido del Trabajo y Partido Verde Ecologista de México: Adán Augusto López, Claudia Sheinbaum, Marcelo Ebrard y Ricardo Monreal Ávila, Gerardo Fernández Noroña y Manuel Velasco, respectivamente.

En dicho acuerdo se establecían los tiempos para el inicio de recorridos por el país y celebrar asambleas informativas y llevar su mensaje, así como la metodología de la encuestas a realizarse, Cuatro elaboradas por casas encuestadoras y una por Morena, y así definir a la candidata o candidato ganador, es decir: la corcholata de la continuidad.

Asimismo, deberán apegarse a los principios que enarbola la 4T: no mentir, no robar y no traicionar; apegarse a la austeridad y legalidad.

De esta manera, el 19 de junio iniciaron su recorrido por todo el país los aspirantes de Morena y aliados, para terminar este pasado domingo 27 de agosto y dar inicio al levantamiento de la encuesta del lunes 28 de agosto al 3 de septiembre para finalmente informar el resultado final el próximo 6 de septiembre.

Pero, ¿y cómo le fue a las corcholatas de la 4T durante estos 70 días de recorrido por el país? Pudimos ser testigos que unas corcholatas jugaron sus cartas con tal de ganar en la encuesta y otras para obtener un espacio o beneficio en particular, por ejemplo en el caso de Ricardo Monreal, la semana pasada se autodestapó para contender por la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México, aspiración que desde antes era bien sabida, sin embargo, la manera de cumplir con la misma era ayudando a legitimar el proceso interno del partido y lo cual está por verse los próximos días.

En el caso tanto de Gerardo Fernández Noroña como de Manuel Velasco, quienes poco levantaron en las preferencias electorales, fueron invitados a participar como corcholatas del Partido del Trabajo y Partido Verde Ecologista de México y así legitimar la coalición electoral “Juntos Hacemos Historia” en la cual han venido participando con Morena desde el 2021; Fernández Noroña lo más probable es que asegure un escaño en el Senado; Velasco por su parte, es probable haya negociado para alguien de su grupo político, la candidatura a la gubernatura de Chiapas, ante la inesperada dimisión de Zoé Robledo en esta aspiración.

Ahora bien, Adán Augusto López Hernández, gobernador con licencia de Tabasco, ex Secretario de Gobernación y amigo íntimo del presidente Andrés Manuel López Obrador, sorprendió a propios y extraños con su movilidad política a lo largo y ancho del país, dando muestra de músculo y operación política con el apoyo de diversos grupos y sectores sociales, lo cual fue gracias a la conducción de la política interna que realizó desde la SEGOB, siendo el hombre fuerte del Presidente en su paso por esta dependencia; hay que decirlo, logró repuntar en las encuestas, en el caso de GobernArte posicionándose en el tercer lugar al interior de Morena.

En caso, que el exsecretario de Gobernación, no resulte ganador de la encuesta final de Morena, seguramente será parte esencial y primordial del proceso de continuidad de transformación en el país, ocupando alguno de los espacios más importantes de la política nacional.

En cuanto a Marcelo Ebrard, exsecretario de Relaciones Exteriores, se esperaba una mayor movilidad, más territorio, dada su experiencia política incluso ya como exjefe de Gobierno de la Ciudad de México; cabe destacar que fue la primera de las “corcholatas” que solicitó que se definieran reglas claras en el proceso interno de Morena para la selección del Coordinador de los Comités de la Defensa de la Cuarta Transformación en el país, así como piso parejo entre todos los aspirantes.

Lejos de pensar que conforme se acercara la recta final rumbo a la esperada encuesta, Ebrard apretaría el paso en su estrategia para verse favorecido en las preferencias, decidió victimizarse y señalar y cuestionar a las encuestadoras que habrán de participar en la medición que realizará el partido para la selección del candidato presidencial, así como acusar a Claudia Sheinbaum de competencia desleal, por supuesto apoyo de dependencias del Gobierno Federal, de la Ciudad de México municipios para favorecerla y pagar encuestas para posicionarla en primer lugar.

Finalmente, Claudia Sheinbaum, exjefa de Gobierno de la Ciudad de México, se ha mantenido como la favorita en todos los estudios de medición publicados antes y durante el proceso interno de Morena, asimismo ha dado muestra de un fuerte despliegue terriotorial en los 32 estados, no dejando de lado también la publicidad en aire, desde los famosos espectaculares y bardas que fueran condenados por el mismo presidente AMLO y de los cuales desde el primer momento se deslindó la misma aspirante, hasta asambleas informativas totalmente abarrotadas en todo el país, el cual recorrió dos veces.

Es de llamar la atención todas las muestras de apoyo que se han sumado a favor de la exjefa de Gobierno de la Ciudad de México, y no sólo durante el proceso interno y recorridos, sino desde meses antes a que diera inicio esta recta final, pues gobernadoras y gobernadores manifestaron abiertamente apoyo y respaldo a su aspiración presidencial, al igual que legisladores federales, locales, presidentas y presidentes municipales, 54 partidos con registro local y diversas organizaciones ciudadanas.

A tan solo unos días de conocer finalmente, quien será la candidata o candidato presidencial de Morena para las elecciones del 2024, debemos recordar que en política nunca hay sorpresas sino sorprendidos; lo que sigue será esperar la postura de quienes no resulten favorecidos en la encuesta final, si se suman y respetan el acuerdo firmado por todos los aspirantes o deciden abandonar el partido y defender su interés personal y no a la Cuarta Transformación.

La “corcholata de la continuidad” o “de la discordia”, está por verse.

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