China y las naciones del sureste asiático han acordado trabajar juntas para completar en un plazo de tres años un pacto de no agresión que busca evitar que las disputas territoriales en el Mar de China Meridional se conviertan en un conflicto armado a gran escala. En una reunión entre los ministros de Relaciones Exteriores de la ASEAN y el principal diplomático chino, se estableció una hoja de ruta para finalizar el código de conducta antes del otoño de 2026. El acuerdo busca poner fin a décadas de luchas territoriales en las disputadas aguas, donde se encuentran importantes rutas comerciales y supuestas reservas submarinas de gas y petróleo.
El acuerdo entre China y la ASEAN tiene como objetivo establecer un marco de cooperación y evitar posibles enfrentamientos en la región. Los países involucrados han estado en disputa por el control de estas aguas durante mucho tiempo, lo que ha llevado a tensiones y preocupaciones sobre la posibilidad de un conflicto militar. Además, la región se ha convertido en un punto de fricción entre China y Estados Unidos, que buscan ejercer su influencia en la zona.
El pacto de no agresión es considerado un paso importante para garantizar la estabilidad y la paz en el Mar de China Meridional. Se espera que el acuerdo final incluya medidas para resolver las disputas de manera pacífica y promover la cooperación entre los países involucrados. Sin embargo, también se reconoce que aún existen desafíos significativos para lograr una resolución completa y duradera de estas disputas territoriales.
Este acuerdo ha sido recibido con cautela y se espera que se realicen más negociaciones y discusiones para abordar los detalles específicos del pacto. La cooperación entre China y la ASEAN es crucial para mantener la estabilidad en la región y evitar cualquier escalada de conflictos. Los próximos años serán clave para ver cómo se desarrollan las negociaciones y si finalmente se logra un acuerdo integral y efectivo para resolver las disputas marítimas en el Mar de China Meridional.
