En un desarrollo sorpresivo que ha sacudido la política portuguesa, el Primer Ministro António Costa ha presentado su renuncia. La decisión llega tras un escándalo que involucra acusaciones de corrupción en negocios relacionados con el litio y el hidrógeno, elementos clave en la industria energética emergente.
El anuncio de Costa se produjo después de que la Fiscalía General de la Nación imputara a un miembro de su gabinete y a su jefe de Gabinete por supuestas irregularidades en la adjudicación de proyectos energéticos. El Presidente de la República, Marcelo Rebelo de Sousa, confirmó haber aceptado la renuncia y anunció la convocatoria de elecciones anticipadas.
Según las autoridades judiciales, la investigación gira en torno a acusaciones que incluyen malversación de fondos y tráfico de influencia, poniendo en tela de juicio la integridad de los procesos de concesión minera y de proyectos de hidrógeno en el país.
Portugal es conocido por albergar las mayores reservas de litio en Europa y es el principal productor del bloque. Hasta ahora, el litio extraído se ha destinado principalmente a la industria de la cerámica y el vidrio. Sin embargo, el metal es cada vez más demandado para la fabricación de baterías eléctricas, lo que lo convierte en un recurso estratégico en la transición hacia una economía baja en carbono.
El escándalo y la consiguiente renuncia del Primer Ministro han generado un debate intenso sobre la explotación de recursos naturales en Portugal, con activistas medioambientales y comunidades locales expresando su oposición a la minería del litio y cuestionando la sostenibilidad y transparencia de los proyectos energéticos actuales.
Vía @gobernartemx
