El próximo 1 de noviembre, la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) operará con solo cuatro magistrados, planteando interrogantes sobre la designación de sus dos nuevos miembros. Los magistrados José Luis Vargas Valdez e Indalfer Infante Gonzales concluirán su mandato el 31 de octubre, dejando al Senado de la República, controlado por Morena y sus aliados, la tarea de elegir a sus sucesores.
Aunque el Pleno del Tribunal puede sesionar con cuatro magistrados, se requiere al menos la presencia de seis de los siete miembros de la Sala Superior para validar la elección del Presidente de México o anularla si es necesario, según el Artículo 187 de la Ley Orgánica del Poder Judicial.
Esta situación adquiere relevancia debido a las próximas elecciones, que incluyen la elección presidencial, ocho gubernaturas y otros cargos importantes. No obstante, parece que el bloque oficialista en el Senado intentará demorar las designaciones, siguiendo una estrategia similar a la empleada con el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI). Esta paralización de designaciones clave en represalia a decisiones desfavorables para los intereses de Morena se ha convertido en una tendencia, evidenciando tensiones entre el partido y organismos autónomos.
El 25 de septiembre, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) aprobó dos ternas enviadas por el Senado para la elección de los nuevos magistrados del TEPJF. Sin embargo, hasta la fecha, el Senado no ha incluido estos dictámenes en su orden del día, retrasando el proceso de designación. Se esperaba que los nuevos magistrados asumieran el cargo el 1 de noviembre, pero la mayoría de Morena en el Senado podría prolongar este proceso de selección. La incertidumbre prevalece mientras el país se acerca a un periodo electoral crucial.
Vía @gobernartemx