Después de que la oposición estuviera prácticamente ausente a lo largo de este sexenio, la incursión de Xóchitl Gálvez a la carrera presidencial se configuró como la primera sorpresa -que involuntariamente- aportara el frente opositor a la palestra nacional. Sin embargo, a poco tiempo de terminar su proceso interno, la segunda sorpresa la está dando la priísta Beatriz Paredes.

A pesar de no tener una estrategia de comunicación clara ni contundente, a la oriunda de Tlaxcala le bastaron los cinco foros organizados por el frente amplio por México, para demostrar su indudable experiencia y conocimiento, así como para exhibir la falta de profundidad intelectual de su oponente interna, la cual abusó de sus historias personales y careció de sustancialidad a la hora de definir los problemas públicos y sus posibles soluciones.

Sabemos que si algo tiene Beatriz es experiencia; Gobernadora, presidenta nacional del PRI, secretaria de Estado, Senadora en dos ocasiones, tres veces Diputada federal, embajadora en Brasil, presidenta del Congreso de la Unión y presidenta del Parlamento Latinoamericano (Parlatino), es sin duda una política completa y de carrera, a diferencia de Xochitl Gálvez que incluso se desmarca -sólo estratégicamente- de la política y sus instituciones.

Desde el ataque indirecto esgrimido por Beatriz en el primer foro -mencionando posibles dudas de corrupción- y el hábil manejo de medios cuando estos quisieron confrontarlas, hasta la exhibición de una visión reduccionista de la política internacional por parte de su adversaria, Beatriz aprovechó cada uno de esos espacios para hacer gala de sus fortalezas retóricas y debilitar la posición de Xóchitl.

No obstante, a pesar de estos aciertos y de su crecimiento en las encuestas, el escenario no es prometedor para la priísta, pues al carecer de una estrategia bien definida y de una distribución más contundente de su mensaje, no pudo hacer del tiempo su mejor aliado. Y si a esto le sumamos la potente operación política de Claudio X. González y de Marko Cortés a favor de Xóchitl, el resultado es previsiblemente desalentador para la Senadora tlaxcalteca.

¿Tal vez otro mes y un par de foros más hubieran bastado a la aspirante del PRI para equilibrar la balanza? no lo sabremos. Pero de lo que sí hay que estar seguros, es que la estrategia en un proceso -de cualquier tipo- es imprescindible para alcanzar las metas y los objetivos planteados, y cuenta más que un buen candidato, un buen discurso, recursos en abundancia o tener tiempo a favor. Lamentablemente para Beatriz, la estrategia más efectiva está del otro lado de la baranda; operando la inclusión del PRD, la desbandada de Enrique Alfaro, el apoyo de medios de comunicación y la incorporación de diversos actores económicos que se están alineando para apoyar la candidatura de Xochitl Gálvez.

Al final, el PRI será el mayor beneficiario del crecimiento de Beatriz Paredes, o mejor dicho su dirigente nacional; Alejandro Moreno, que seguramente estará aprovechando esta inesperada oportunidad para acumular más fichas y arrebatar más espacios al frente. Para Beatriz, bastará su reelección como senadora para saldar su aportación a la legitimación del proceso, sin embargo, puede ser posible que quienes impulsan la estrategia de Xóchitl, puedan ver en la priísta la oportunidad de hacerse de una figura elocuente y hoy en día posicionada, que pudiera ser una vocera efectiva para hacer frente a los verdaderos adversarios en la batalla final, en la cual, todavía la victoria es una cima que ni siquiera es posible vislumbrar.

Send this to a friend